
Hombres y mujeres se enfrentan al reto de compaginar sus obligaciones laborales con el disfrute familiar y el cuidado de los hijos. Las distintas políticas de conciliación nos acercan un poco más a alcanzar ese equilibrio. Sobre todo si ponemos la atención en dos leyes fundamentales que son de obligatorio cumplimiento por parte de las empresas.
Os explicamos a continuación los puntos más importantes de la legislación española actual para conocer el derecho que tenemos a conciliar:
La Ley 39/1999 conocida como la Ley de conciliación familiar y laboral en España nos dice lo siguiente:
“La necesidad de conciliación del trabajo y la familia ha sido ya planteada a nivel internacional y comunitario como una condición vinculada de forma inequívoca a la nueva realidad social. Ello plantea una compleja y difícil problemática que debe abordarse, no sólo con importantes reformas legislativas, como la presente, sino con la necesidad de promover adicionalmente servicios de atención a las personas, en un marco más amplio de política de familia”.
Esta ley se completa con el Real Decreto-ley 3/2012, de 10 de febrero, de medidas urgentes para la reforma del mercado laboral.
Estas dos leyes suponen un paso más para la igualdad de oportunidades entre hombre y mujeres a la hora de conciliar. Gracias a la ampliación de los permisos de maternidad y paternidad, el cuidado de los hijos está más repartido.
Es cierto que desde la Unión Europea se han desarrollado una serie de directivas que obligan a los diferentes Estados a incorporar en sus legislaciones medidas para mejorar las condiciones de vida y empleo de los trabajadores. La normativa europea establece unos requisitos mínimos de obligado cumplimiento que cada país miembro debe luego adaptar y mejorar.
En España todavía estamos a años luz de otras legislaciones europeas más pro-conciliación. Países como Finlandia o Suecia se sitúan a la cabeza a la hora de facilitar el trabajo con la familia. Ventajas como una mayor flexibilidad en los horarios, el teletrabajo o estar menos horas en la oficina. Holanda y Dinamarca, por ejemplo, tienen jornadas de 29 y 34 horas semanales, mientras que en España la jornada estipulada es de 40 horas. Y si hablamos de los permisos de maternidad y paternidad, Suecia aprueba con matrícula de honor gracias a los 480 días que pueden disfrutar tanto el padre como la madre conjuntamente.
Pero si volvemos la mirada a nuestro país, a pesar de la brecha que existe con nuestros vecinos, podemos comprobar que en algo hemos mejorado en los últimos años.
¿QUÉ DERECHOS TENGO?
Es importante que conozcas tus derechos como trabajador cuando te conviertes en padre o madre. Así sabrás a qué atenerte y qué puedes exigir a tu empresa para conciliar y disfrutar de tu familia. ¡Apunta porque te interesa!
Permiso de maternidad
Empezamos por uno de los puntos más importantes que atañen a la conciliación. Cuando decides como madre tener un hijo, quieres saber cuánto tiempo podrás pasar con él al 100X100. Actualmente la legislación española recoge que el permiso de maternidad tiene una duración de 16 semanas seguidas desde el día del parto. Período en el cual la madre trabajadora cobra su sueldo íntegro. De estas 16 semanas, las 6 primeras son de disfrute obligatorio para la madre, y el resto pueden ser repartidas entre el padre y la madre. Eso sí, tiene que cumplir unos requisitos imprescindibles: La mamá trabajadora debe haber cotizado durante los 7 años anteriores al nacimiento al menos 180 días, o bien, 360 días de toda su vida laboral. También se recoge este derecho en caso de adopciones o acogida, tanto temporal como de forma definitiva.
Existen algunas excepciones, como por ejemplo, que las madres menores de 21 años no se les exigirá un período mínimo de cotización en la Seguridad Social o en el caso de tener entre 21 y 26 años, se les pedirá tan sólo 90 días de cotización. Además se contempla que, si la madre trabajadora no reúne un mínimo de cotización, tendrá derecho a cobrar 537.84 euros al mes durante 42 días desde el parto.
Permiso de paternidad
Es uno de los derechos en los que más se ha avanzado en la última década. Hace apenas 10 años, el trabajador que se convertía en padre sólo podía disfrutar de 3 días de permiso. Pero a partir de este año, el proyecto de Presupuestos de la Seguridad Social contempla ampliar a 5 semanas el permiso de paternidad en los casos de nacimiento, adopción o acogida. Y se prevé una dotación de 523,10 millones de euros.
Permiso de lactancia
Este punto es fundamental para las madres trabajadoras que acaban de tener un hijo. Tienen derecho durante los primeros 9 meses desde el nacimiento del niño, a ausentarse 1 hora de cada 8 de su jornada laboral. Pero será la madre la que decida cómo disfrutar de ese derecho. Puede fraccionar los tiempos, en dos períodos de 30 minutos diarios. O también puede acumular las horas en jornadas completas de trabajo y disfrutarlo una vez terminado el permiso de baja maternal. En el caso de partos múltiples, se amplían lógicamente, los tiempos de permiso de lactancia.
Además la normativa española prohíbe a las mujeres embarazadas o con hijos en períodos de lactancia, la realización de trabajos nocturnos ni hacer horas extraordinarias. Tampoco podrán permanecer en puestos de trabajo en el que se emplee un esfuerzo físico excesivo. En su caso, se deberá trasladar a la trabajadora a otro lugar, y si no es posible, tendrá derecho a la baja laboral.
Reducción de la jornada laboral
Y llegamos a un derecho que tiene que ver con el cuidado de los hijos menores de 12 años. Los padres y madres trabajadores podrán reducirse una parte de su jornada laboral, entre un octavo y la mitad; y conlleva una reducción del salario proporcional a las horas que no se trabajen. Lo que hay que tener en cuenta para disfrutar de este derecho, es que se necesita una antigüedad en la empresa de al menos un año. Su duración será de un mínimo de 4 meses y hasta un máximo de tres años seguido por hijo y dos por familiar. Y se pueden acumular en esta reducción hasta 5 años en total.
El Estatuto de los Trabajadores también contempla la posibilidad de modificar la jornada laboral, sin necesidad de reducir horas. Una forma estupenda de poder adaptar los horarios a las necesidades de la familia. Luego hay que tener en cuenta que cada convenio colectivo puede realizar unas modificaciones de la jornada diferentes. Esta última posibilidad es la ideal para conciliar trabajo y familia porque no se ve afectado el salario y el trabajador puede compaginar mejor su empleo con la dedicación familiar.
Excedencias
Aquí lo importante es que el trabajador conozca que tiene derecho a que le guarden su puesto de trabajo si decide coger excedencia por maternidad, paternidad o por el cuidado de un familiar o dependiente. Si decides cuidar de tu hijo a tiempo completo, que sepas que vas a cotizar todo el período, con un máximo de 2 años. Normalmente los trabajadores pueden acogerse a excedencias de entre 4 meses y 5 años de duración, con la condición de llevar al menos 1 año en la empresa.
Vacaciones
A la madre se le concede de plazo 18 meses para poder disfrutar de las vacaciones que no ha podido disfrutar por el embarazo, parto o lactancia.
Ayudas a madres autónomas
En el caso de las madres trabajadoras por cuenta propia, además de echar un vistazo a la Ley de conciliación familiar, hay mejoras en los derechos recogidos en la nueva Ley de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo, que entraron en vigor en enero de 2.018. Os dejo el enlace directo para que comprobéis cuáles son esas ventajas que resumimos a continuación:
- Una tarifa plana de 50 euros de cotización a la Seguridad Social de 1 año para las madres que decidan emprender por primera vez.
- Bonificación del 100% en la cuota de la baja por maternidad.
- Otra bonificación completa, en los casos que se tenga un hijo a cargo.
Con respecto a los trabajadores autónomos, tienen el mismo derecho que los de cuenta ajena en el disfrute de los permisos de paternidad y maternidad. Hay una pequeña diferencia; cuando el trabajador autónomo tiene que contratar a una persona que le sustituya durante esa baja, no tendrá la obligación de cotizar a la Seguridad Social por la persona contratada.
Estar feliz en tu puesto de trabajo sabiendo que le puedes dedicar más tiempo a la familia aumentará seguramente tu rendimiento y productividad; y como consecuencia, también el de tu empresa. Los beneficios que ofrece la conciliación de la vida laboral, familiar y personal afectan tanto a trabajadores, empresarios y a la sociedad en general. Si todos estamos implicados, los resultados serán más reales.